Después de 25 exitosos años en el mercado de la construcción, Conaltura hace un proceso estratégico en el cual identifica la necesidad de evolucionar su identidad visual. El objetivo es crear una imagen que represente menos los edificios y más a las personas que vivirán en ellos. De ahí proviene la idea de la sonrisa, con la cual se le otorgó a la marca un aire de cercanía y le permitió construir una comunicación más amable y cercana.
Durante el proyecto organizamos toda la comunicación gráfica, logrando que cada pieza hiciera parte de un todo coherente e integral. Este proyecto se desarrolló pensando en la expansión de la marca a otras ciudades del país, en donde era necesario presentar a la compañía con una imagen fresca y renovada.




